El noveno día de nuestra ruta de 10 días por Costa Rica quisimos pasar el día en el Parque Nacional Cahuita, en la costa del caribe costarricense.
Playa 506
Despertarse con las olas de mar de fondo es una forma perfecta de darle los buenos días al día que empezaba.
Pero desayunar a pie de playa un buffet libre mientras tus pies acarician la arena es una sensación de «vacaciones» que no habíamos tenido en todo el viaje. El Playa 506 estaba cumpliendo nuestras expectativas 🙂
Con las energías al 100% nos trasladamos al Parque Nacional Cahuita que estaba a 15 minutos en coche de nuestro alojamiento.
Parque Nacional Cahuita
Este parque tiene dos entradas. La que nosotros escogimos que se encuentra en el centro del pueblo de Cahuita. Es peatonal y se paga la voluntad. Diferencia a tener en cuenta ya que en todos los parques que habíamos visitado hasta la fecha, la entrada solía ser 15 dólares.
La otra entrada está en Puerto Vargas. En esta puedes acceder con el coche y pagas 5 dólares.
El Parque Nacional Cahuita recorre la distancia que hay entre ambas entradas que son 8.5 kilómetros. El camino es de una belleza difícil de describir. Pero lo que más llama la atención es lo bien cuidado que está.
Tanto el dinero que recaudan de la voluntad de la entrada de Cahuita, como el módico precio que se paga en la entrada de Puerto Vargas, todo va íntegro al mantenimiento del parque, y eso se nota.
Destaca también la tranquilidad del sitio. Es menos visitado que los Parques Nacionales: Volcán Arenal, Tenorio, Monteverde, Manuel Antonio o Volcán Irazú, en los que habíamos estado.
Los lugareños son los que más frecuentan Cahuita, pues van a pasar el día y a comer en familia en ese paraje tan extraordinario.
Ese ambiente tan tranquilo se traslada a los animales, que están mucho más relajados en su habitat y se hace más fácil verlos.
Durante los 17 kilómetros de caminata (ida y vuelta) pudimos ver: mapaches, monos cariblancos, monos aulladores, cangrejos de tierra de distintos colores, víbora amarilla, serpiente verde, y un sinfín de insectos.
Disfrutamos de calas en las que estábamos solos y pudimos bañarnos en aguas tranquilas y cristalinas.
En definitiva, nos encantó pasar el día en el Parque Nacional Cahuita. Si estás en Puerto Viejo, es de visita obligada. 😉
Es también obligado llevar un buen calzado y dejar a un lado el summer mood que reina en Puerto Viejo. Nosotros apostamos por las chanclas y fue un error tremendo porque acabamos con los pies destrozados…
Puerto Viejo
El parque lo cierran a las 4PM así que a esa hora salíamos de él. De vuelta al nuestro alojamiento, paramos en un supermercado para comprar algo y ver el atardecer en nuestra playa, a la que daba nuestro hotel, la playa Cocles.
El día había sido agotador así que decidimos cenar en el restaurante del hotel y probar el ceviche que tenía una pinta excelente. ¡No nos equivocamos!
