El cuarto día de nuestra ruta de 10 días en Costa Rica lo dedicamos a visitar el Bosque Nuboso Monteverde y a disfrutar de un ambiente de montaña.
Despertarse en el paraje que nos brindaba el Selina Monteverde fue espectacular. ¡Qué tranquilidad! Para el día de hoy teníamos previsto visitar por la mañana la Reserva de Monteverde y disfrutar, por un día, de una tarde libre. 😀
Después de un buen desayuno tico, pusimos rumbo al Bosque Nuboso que se encontraba a tan solo 5 minutos en coche de nuestro hotel. Pagamos la entrada que esta vez nos costó casi 20 dólares por persona, y comenzamos a recorrer todo el lugar.

El Bosque Nuboso no es un Parque Nacional sino que es de carácter privado. Hace 50 años no existía, se creó específicamente para preservar la flora y fauna en Costa Rica.
- Monteverde hospeda el 2.5% de la biodviersidad mundial
- El 10% de su flora es endémica
- El 50% de flora y fauna de Costa Rica se encuentra en este paraíso
Estas son las tres razones por las que nosotros decidimos visitarlo. Estuvimos durante tres horas recorriendo todas las rutas marcadas, disfrutamos, tal y como su nombre indica, de la nubosidad del sitio y de la humedad que en él había. No vimos tanta fauna como nos hubiera gustado pero sí que vimos flora que no habíamos visto en ningún otro parque.
Una vez visitado y echando la vista atrás, si ahora mismo tuviera que decidir si incluir esta parada o no en mi viaje, creo que optaría por el no. La zona es espectacular y el paraje increíble pero el Bosque Nuboso no cumplió nuestras expectativas, ¿quizás las teníamos muy altas?, ¿quizás hubiera sido más enriquecedor hacerlo con un guía? Sea como sea, no lo catalogaríamos de «imprescindible» en un viaje de 10 días en Costa Rica.
Tarde de relax
Con la labor del día realizada y siendo mediodía, nos fuimos al pequeño pueblo de Santa Elena. Donde disfrutamos de un aperitivo a base de nachos con guacamole y cerveza bien fría mientras contemplábamos las increíbles vistas al Monteverde.

A primera hora de la tarde comenzaba a refrescar, incluso se escapaban algunas gotas de lluvia, y el sol poco a poco iba despidiéndose. No hay que olvidar que a las 17.30 ya es de noche oscura.
Así que con todas las papeletas a nuestro favor, volvimos a nuestro hotel para disfrutar del relax que nos habíamos prometido: jacuzzi, chimenea, billar y un ambiente chill hicieron el resto. 😉








