Costanera Sur – Ruta 34
El quinto día de nuestra ruta de 10 días por Costa Rica nos llevaría desde Monteverde hasta el Parque Nacional Manuel Antonio pero recorriendo toda la Costanera Sur.
Se trata de la carretera Pacífica Fernández que va por toda la costa de la provincia de Puntarenas en la que se encuentran playas de ensueño que queríamos conocer.
Nos despedimos del alojamiento que nos había enamorado con un desayuno en condiciones y le dijimos adiós al Selina Monteverde y a todo su maravilloso entorno. Pusimos rumbo a nuestro día playero por la ruta 34.
Tarcoles
Antes de las playas, nuestra primera parada fue en el famoso río Tarcoles, donde se pueden ver cocodrilos en su habitat natural desde el puente que cruza el río.
Impacta bastante verlos tan tranquilos como si estuviesen tomando el sol sin que nada les perturbe.
Playa Dominical
La playa Dominical destaca por ser la más famosa de la zona para practicar surf pues tiene una zona muy rocosa que provoca el oleaje perfecto para este deporte. La parte sur de la playa es donde estuvimos nosotros que es la idónea para relajarse y disfrutar viendo las habilidades de los surferos.
Playa Dominicalito
Es la hermana pequeña de la anterior. Este es el tipo de playas que más me gustan, las que reunen todos los atractivos en un radio más pequeño. La recomiendo absolutamente, tiene un oleaje más suave así que nos pudimos bañar sin sobresaltos.
Destaca un columpio hecho con troncos y madera que hace las delicias de todos los «instagrammers» que se acercan hasta Dominicalito. 😉
Playa Uvita
Esta playa junto a playa Hermosa forman parte del Parque Nacional Marino Ballena.
Este parque es famoso por la forma de cola de ballena que ha creado la arena. Su actividad principal es el avistamiento de ballenas.
Nuestra idea era pasar un rato en esta playa y entrar al parque, cuya entrada vale 6 dólares pero como cuando llegamos a la entrada llovía, preferimos dejarlo para después y seguir hasta la siguiente playa para dar tiempo a que parase.
Playa Ventanas
Cuando llegamos a esta playa tuvimos la suerte de que la lluvia daba tregua así que pudimos pasar un buen rato.
Llamada así por las cuevas que forman las rocas que tiene a ambos lados, cuando hay marea baja incluso se puede caminar a través de ellas. ¡Todo un espectaculo natural!
En esta playa había mucha gente local y también muchos puestos de artesanía, comida y bebida. Aprovechamos para probar algo que nos llevaba llamando la atención desde hacía días: las caldosas.
Fuimos a un chiringuito y una chica nos explicó lo que era mientras nos iba preparando dos. La caldosa es algo tan simple como estrujar una bolsa de doritos para que queden en trocitos, cortar la bolsa con una tijera y añadirle ceviche dentro. Nos encantó el curioso tentempié y lo acompañamos con un agua de pipa sintiéndonos así, unos ticos más. 😀
Manuel Antonio
Estabamos tan a gusto que pasamos más rato del que teníamos pensado en playa Ventanas. Cuando nos quisimos dar cuenta ya era tarde para ir al Parque Nacional Marino Ballena, pues este cerraba a las 16h.
Saltándonos por tanto esa última parada, pusimos rumbo a nuestro nuevo alojamiento. Millenium Hostels Manuel Antonio estaba situado a escasos metros de la puerta del Parque Nacional Manuel Antonio, lugar que visitaríamos el próximo día.
Cuando llegamos e hicimos el check in no dudamos en darnos un baño en las piscinas de agua fría y de agua caliente que había en el hotel.
Ese día quisimos ir a cenar a Baldi’s Fresh, un bar en el paseo marítimo de la playa Manuel Antonio que estaba hasta la bandera.
Nos tocó esperar un poco para tener mesa pero después dimos buena cuenta de su carta probando unos burritos de camarones enormes y muy ricos.
Con unas vistas nocturnas a la playa decíamos adiós a otro día en el paraíso de Costa Rica.
La ruta
