Cuando el turista se convierte en viajero
 
10 días en Costa Rica: Volcán Irazú

10 días en Costa Rica: Volcán Irazú

El octavo día de nuestra ruta de 10 días por Costa Rica quisimos visitar el volcán Irazú y todo lo que lo rodea. Acabaríamos el día en Puerto Viejo de Talamanca, en la costa caribeña del país.

Volcán Irazú

El día anterior cuando hicimos el check in en el Paraíso Orocay Lodge, el staff ya nos había advertido de que en la cumbre del volcán Irazú, que era el que nosotros íbamos a visitar, solía estar muy a menudo nublado y que las probabilidades de ver los cráteres sin nubes aumentaban si se iba a primera hora del día.

No lo dudamos y madrugamos lo suficiente para tener tiempo de desayunar en la terraza con esas vistas tan impresionantes y sin pausa, emprender pronto la ascensión al volcán que nos llevaría 45 minutos.

Sector Cráteres

Este volcán es súper accesible, pues se puede subir en coche hasta arriba del todo. Mientras ascendíamos, las nubes iban echándose encima así que nuestra ilusión de ver el volcán con sol se disipaba.

Pero cuando ya estábamos en la parte más alta, tuvimos suerte de que las nubes se habían ido y pudimos ver los cuatro cráteres del volcán perfectamente.

Sobre todo nos ensimismó el cráter principal, el que tiene un lago en su interior con un agua turquesa debida a la gran cantidad de ácido sulfúrico que contiene, que parece de mentira. Lo habíamos visto en vídeos y blogs pero verlo cara a cara, asombra muchísimo.

Minutos después el sol se fue y el aire que corría allí arriba era impresionante. Sorprendía ver cómo los grados habían bajado en caída libre. ¡Qué frío hacía de repente!

Con 3.432 metros, el Irazú es el volcán más alto de Costa Rica así que fuimos al punto exacto más alto del país, donde reza un cartel con los metros, e hicimos la típica foto para el recuerdo. 😉

Sector Prusia

Las personas que visitan el Sector Cráteres del Volcán Irazú suelen combinarlo con un paseo por las faldas del mismo: el Sector Prusia, que se encuentra a menos de 20 minutos de la cumbre. Para llegar allí pasamos por el Sanatorio Durán que era el atractivo para otra mucha gente que entraba a visitarlo. Nosotros pasamos de largo.

Cuando llegamos a la garita del Sector Prusia nos hicieron volver a pagar una entrada independiente de la del Sector Cráteres. No sabemos si fue culpa nuestra o del personal, pero el caso es que acabamos pagando dos entradas (casi 20 dólares por persona) cuando habíamos entendido que existía una combinada que incluía ambos sectores.

Este Sector Prusia tenía distintas rutas según el nivel de dificultad. Nosotros estuvimos durante casi dos horas recorriendo las faldas del volcán pero no se si por el mal de altura, por la humedad, o porqué, a mí particularmente se me hizo súper duro.

Además tampoco es que los senderos tuvieran mucho atractivo así que bueno, si volviera a verme en la situación, prescindiría de este sector y pondría rumbo al siguiente destino antes.

Camino a Puerto Viejo

Era mediodía cuando dejábamos atrás la provincia de Cartago y conducíamos dirección Puerto Viejo de Talamanca. Por fin íbamos a conocer el ambiente caribeño de Costa Rica.

Teníamos por delante cuatro horas de coche así que nos lo íbamos a tomar con calma. El trayecto cruzaba pueblos, montañas y vistas espectaculares así que haríamos del viaje una excursión más. 😉

Puerto Viejo de Talamanca

Llegamos a Puerto Viejo a primera hora de la tarde. La calle principal estaba llena de gente, se notaba un ambiente mucho más animado que de donde veníamos.

Buscamos nuestro alojamiento, Playa 506 e hicimos el check in. Tras una visita rápida que nos hizo la chica del staff llegamos pronto a la conclusión de que, sin lugar a dudas, era el mejor hotel de todo el viaje.

El Playa 506 se encuentra, como su mismo nombre indica, en plena playa. De hecho todas las instalaciones exteriores están sobre arena de playa. Desde luego que este sitio le daba todo el sentido a la palabra «paraíso». El hotel cuenta también con cocina para poder hacerte lo que quieras. Una mezcla, por tanto, de hotel y hostel que cumplía las expectativas de todo huésped.

Ese día quisimos salir a cenar por Puerto Viejo para testear el ambiente del lugar y la verdad es que nos soprendió la cantidad de turismo que había. Se nota que el Caribe sigue con su enorme fama en todo el mundo.

Cenamos en la terraza de un restaurante de la calle principal y, aprovechando que estábamos en la costa, probamos el pulpo fresco que estaba delicioso.

Finalizamos el día organizando el plan para la siguiente jornada, concluyendo en que visitaríamos el Parque Nacional Cahuita que tan buenas reseñas tenía en Internet. 😉

La ruta

Ruta día 8

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