Los 10 días en Hawái llegaban a su ecuador y era momento de ir despidiéndose de la isla de Oahu, pues la isla de Maui nos esperaba para los próximos días.
Adiós Oahu
Como nuestro avión para el cambio de isla salía por la tarde, quisimos aprovechar el día al completo conociendo más rincones de Oahu.
Nuestra primera parada fue Turtle Bay, una zona de resorts donde se suceden playas casi privadas. Como era muy temprano pudimos dar un paseo por ellas prácticamente solos. Y así conocer el otro turismo del que nos habían hablado, el de los packs de las agencias de viaje en el que todas las excursiones están contratadas y te llevan y te traen en minibús.
Todo lo contrario a nuestra experiencia, que con nuestro coche teníamos la flexibilidad de movernos y parar donde queríamos en cada momento. Cada opción tendrá sus cosas positivas. Nosotros siempre nos decantamos por conocer los sitios por libre porque creemos que es como realmente te empapas del lugar que visitas.
Dejando atrás Turtle Bay, fuimos a la Banzai Pipeline. La playa en la que se realiza el campeonato internacional de surf Pipe Masters y que justo se iba a celebrar en esos días.
Pudimos conocer la famosa ola Pipe Line en primera fila. Durante un rato desconectamos de todo y nos centramos en ver las acrobacias que iban realizando los participantes. Podéis ver en el vídeo la ola, aunque no se aprecia tan grande como realmente es.
La siguiente playa que conocimos fue Pupukea Beach donde el mar estaba súper picado y sólo un surfista se atrevía a plantarle cara. Ahí vimos la fuerza del mar y entendimos porqué es un sitio obligado para todo aquel que se quiera enfrentar a olas de varios metros de altura.
Paramos también en la Waimea Beach que estaba al lado de nuestro hostel y no la habíamos conocido todavía. Otra playa enorme con olas gigantes.
La última parada fue volver a disfrutar de la que había sido nuestro rincón favorito de la isla, Mokuleia Beach.
Allí tuvimos tiempo de despedirnos de Oahu y llenarnos de energía para cambiar de isla y conocer otro paraíso hawaiano.
Hola Maui
El vuelo salía a las 15h y a las 17h ya estábamos en un McDonalds cercano al aeropuerto de Maui, habiendo cogido ya nuestro coche de alquiler, que en este caso fue con la compañía Dollar que tiene oficina en el mismo aeropuerto.
Al ser un día de transición y como ya estaba anocheciendo, aprovechamos para ir hasta The Tiki Beach Hostel, el que iba a ser nuestro alojamiento para los próximos días.
Las zonas comunes nos gustaron un montón, eran ajardinadas, con sillones y mesas para disfrutar del cielo estrellado que tan familiar durante todo el viaje se nos estaba antojando, y con una música de fondo que generaba un ambiente súper chill.
Hicimos el check in y fuimos a Foodland, el supermercado más cercano donde compramos la cena para ese día. Queríamos comer algo y descansar mientras perfilábamos la ruta del próximo día, y así fue.