El quinto día de nuestros 10 días en Hawái lo dedicamos a hacer hiking por Oahu. Había mucha selva que recorrer y elegimos algunas rutas de senderismo en las que disfrutamos de naturaleza pura, cascadas, zonas de bambúes y mucho más.
Makapuu Point Lighthouse
Empezamos el día con un trayecto en coche de una hora y media por toda la costa este de la isla de Oahu hasta llegar a Makapuu Point Lighthouse, donde había un trekking bastante fácil que ofrecía unas vistas preciosas. En el punto más alto se podía sentir la inmensidad del Pacífico Norte.
Cuando bajamos, quisimos ir a conocer Waimanalo Beach, una playa que está al lado y que es larguísima con una arena tan blanca que reflejaba la luz del sol. No pudimos bañarnos porque el oleaje no nos inspiró confianza. Nos conformamos sentándonos un rato a descansar mientras veíamos como los surfistas hacían acrobacias sorteando las olas.
Nuuanu Pali Lookout
Dejamos la playa atrás y nos adentramos en la isla. Concretamente fuimos hasta uno de los miradores que tiene Oahu, el Nuuanu Pali Lookout. La entrada es gratuita, solo se paga el parking que son 3 dólares.
Aunque la fuerza del viento es lo que más recordaremos, las vistas merecen mucho la pena. Desde la terraza empedrada, entre montañas, puedes ver lugares notables de la isla como Kaneohe, Kailua o Mokolii, la isla que el día anterior habíamos visto de cerca y que los locales conocen como Chinaman’s Hat.
Judd Trail
Cogimos de nuevo el coche y circulamos por Pali Highway donde se dan cita un montón de rutas de senderismo.
Nosotros paramos en Ginger Pond para hacer un hiking en Judd Trail, un sendero cerca de Honolulu que es apto para todos los niveles. Lo único a tener en cuenta es que no tiene parking como tal, así que hay que tener cuidado porque debes dejar el coche estacionado a un lado de la carretera, por lo demás es de fácil accesibilidad.
Perderse en esa zona selvática fue apasionante, la caminata es a traves de bonitos árboles y bambúes. Hay bastante humedad porque vas al lado de un río que acaba en una pequeña cascada. Estuvo genial disfrutar de plena naturaleza tan cerca de la city.
Manoa Falls
Como nos habíamos quedado con ganas de más selva, fuimos a conocer Manoa Falls, una de las cascadas más conocidas de la isla que se encuentran en plena Honolulu Watershed Forest Reserve.
Para acceder a ella hicimos otro trail bastante sencillo por un parque lleno de vida vegetal. Al igual que en la anterior ruta, la humedad reinaba en toda la zona y el verde intenso se sucedía en árboles frondosos.
Poniendo fin al día
A primera hora de la tarde y habiendo aprovechado todas las horas del sol, dejamos atrás la clorofila para ir a comer algo a Popeyes. Una cadena de comida rápida a base de pollo, tipo KFC. Puede que a cualquier friki de ‘Lost’ le suene, pues se trata del ficticio «Don Kikirikí», restaurante donde el entrañable Hurley trabajaba.
Con el estómago saciado, emprendimos la vuelta a nuestro alojamiento en North Shore. Esta vez disfrutamos del atardecer mientras conducíamos y los colores que nos brindó ese día nos hicieron ser conscientes del paraíso en el que estábamos.
