Cuando el turista se convierte en viajero
 
Una semana en Nueva York: Tour Contrastes y Coney Island

Una semana en Nueva York: Tour Contrastes y Coney Island

Que viajar es un placer es vox populi, pero viajar y celebrar tu cumpleaños en Nueva York va más allá del placer, fue un día de los que tengo la certeza que siempre recordaré.

Comenzamos el día realizando el famoso «Tour Contrastes». Bien es cierto que somos algo recelosos a las excursiones organizadas pero nos lo habían recomendado tantas personas y habíamos leído tan buenas opiniones que nos animamos a realizarlo.

Hay infinidad de empresas que ofrecen el tour, nosotros lo contratamos con Viabam y nos costó 35 euros.

Este tour consiste en recorrer los principales barrios de Nueva York: Harlem, Bronx, Queens y Brooklyn. Durante el recorrido se van haciendo paradas en los sitios más significativos mientras el guía cuenta la historia, los principales datos y las curiosidades de cada uno.

En nuestro caso no tuvimos mucha suerte, pues el guía no resultó del todo «profesional». Pero si no tenemos en cuenta este pequeño gran detalle, la actividad está muy bien pensada. Es perfecta para hacerte una idea general de lo que supone Nueva York más allá de Manhattan, de manera cómoda y rápida (la actividad dura alrededor de 5 horas).

Durante el recorrido pudimos ver los edificios típicos de Harlem, el famoso Estadio de los Yankees y los múltiples grafitis homenajeando a distintos personajes del Bronx, el recinto donde se celebra el US Open, el barrio judío de Williamsburg, la zona de DUMBO que tan de moda se ha puesto y finalmente el puente de Brooklyn.

Aquí y dando ya por finalizado el tour, te dan la opción de continuar hasta Manhattan o quedarte para cruzar el puente caminando. Nosotros nos bajamos, paseamos por DUMBO e hicimos el trayecto andando hasta el otro lado.

Coney Island

Una vez en Manhattan, cogimos el metro hasta la que había sido mi «elección cumpleañera»: Coney Island.

El trayecto dura casi una hora en metro pero merece la pena conocer esta zona del sur y desconectar durante una tarde de la locura neoyorkina.

Al llegar fuimos directos a Nathan’s, el lugar con los perritos calientes más famosos de Nueva York.

Nos pusimos las botas con menús XXL y nos fuimos a recorrer el muelle tan conocido por películas como BIG o Wonder Wheel de mi favorito Woody Allen.

Al ser octubre, la feria solo abre los fines de semana así que nos tuvimos que conformar con verla sin entrar e imaginarnos el buen ambiente que tiene que haber en verano cuando las terrazas, la playa y las atracciones están llenas de gente.

Como ya iba atardeciendo decidimos ver el sunset desde la playa así que nos sentamos en la arena y con el ruido de las olas de fondo, disfrutamos del espectáculo mientras le decíamos adiós al sol.

Terminar el cumpleaños en ese rincón del mundo fue el mejor regalo que pude tener, fue de esos momentos que nunca se olvidan.

La ruta

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