Cuando el turista se convierte en viajero
 
Una semana en Nueva York: Midtown

Una semana en Nueva York: Midtown

Comenzamos nuestra semana en Nueva York visitando el Midtown. Primero desayunamos en Andrew’s Coffee Shop, el típico bar que bien podría salir en cualquier película americana. Nada más sentarnos ya nos sirvieron café americano con «free refill», es decir, que cuando se nos iba acabando nos lo volvían a rellenar todas las veces que quisiésemos. Eso, acompañado del típico plato de revuelto de huevos, tiras de bacon, salchichas, tostadas y pancakes, dio el pistoletazo a un día cargado de kilómetros.

Los must de Nueva York

Comenzamos la ruta visitando la Biblioteca Nacional, un edificio muy imponente al que cuando accedías parecías estar entrando en el Congreso de los Diputados y cuando recorrías sus salas parecías un personaje más de la saga de Harry Potter.

Seguido fuimos a conocer Bryant Park, un parque que hay detrás de la Biblioteca. Aunque pequeño tiene bastante encanto. Además, tuvimos la suerte de coincidir con la inauguración de una feria en la que estaba nada más y nada menos que el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio.

Siguiendo nuestra ruta, quisimos conocer la Grand Central Station, escenario de tantísimas películas. Una vez allí, buscamos la Galería de los Susurros, donde se da un fenómeno físico que consigue que susurrando en una esquina llegue la voz a la esquina contraria sin que se escuche nada en medio. Difícil de explicar pero muy divertido de probar.

Continuamos paseando por la 42 hasta Lexington Ave donde había un mercadillo con puestos de comida, bebida, ropa y artesanía. En medio de todos ellos estaba el edificio Chrysler, al que entramos para ver su imponente hall y hacernos una idea de cómo sería el resto de las plantas.

En pocos minutos llegamos a la Catedral de Nueva York. Esta parada no nos sorprendió tanto porque viniendo de Europa, estamos muy acostumbrados a ver catedrales mucho más impresionantes que esta. Aún así, está bien darse una vuelta por ella.

De ahí fuimos a la plaza de Rockefeller Center, donde ya estaban instalando la pista de patinaje que tanta gente disfruta durante la Navidad. Al lado de la plaza está la tienda de LEGO. Darse una vuelta por este universo de pequeños ladrillos es trasladarse a la más tierna infancia.

Times Square y 5th Ave

A las 13h llegábamos a Times Square, y aunque de día no aprecias tanto el juego de luces del lugar, impacta rodearte de tantísimas pantallas. Allí mismo y haciendo gala del «como buen español…» hicimos una parada para ‘tomar un vermú’ en una de las terrazas aprovechando el sol que nos regalaba ese primer día.

Con fuerzas renovadas, tomamos la famosa 5th Ave y paseamos imaginando ver al presidente en su Trump Tower, fantaseando en Tiffany a lo Audrey Hepburn en ‘Desayuno con Diamantes’, soñando con comprar todos los gadgets que había en la recién estrenada Apple Store, y recordando las aventuras de Kevin McCallister en el Hotel Plaza.

Con este empacho de película, pusimos rumbo hacia la Columbus Square para acabar, cerca de la Ópera de Nueva York, en el Rosa Mexicano, un restaurante de comida mexicana que nos habían recomendado.

Top of the Rock: 360º de Nueva York

A las 16.30h teníamos la reserva para subir al Top of the Rock. Se trata del mirador que tiene el edificio Rockefeller Center en su última planta.

Esta atracción se puede reservar online o en las taquillas directamente. Nosotros lo cogimos online. Aunque era bastante pronto, nuestra idea era ver el atardecer allí así que como esa hora era la única disponible, la cogimos y al final no resultó tan larga la espera.

Al entrar al edificio, puedes ir a la planta baja donde hay diferentes tiendas, bares y cafeterías, nosotros nos cogimos un café e hicimos algo de tiempo en un ventanal frente al Radio City Music Hall y sus sugerentes luces.

Radio City Music Hall

Una vez pasado el control de seguridad, nos montamos en el famoso ascensor que consigue la hazaña de subir 67 plantas en 42 segundos. Durante el ascenso y como no podía ser de otra forma, en el techo del ascensor se van proyectando diferentes escenas de película con un sonido envolvente y unas luces de neón. ¡Todo muy americano!

Una vez arriba, te reciben unos miradores con unas vistas a la ciudad que impactan, se trata de una vista 360º. A pesar del aire que empezó a mover, estuvimos en la azotea durante más de una hora. Ver el espectáculo que consigue el sol cuando se pone, tiñendo el cielo de diferentes colores, jugando a iluminar y ensombrecer los edificios más emblemáticos de la ciudad hasta que ellos encienden sus propias luces… ¡fue absolutamente increíble!

Broche final

Cuando abandonamos el Rockefeller Center, quisimos ser niños otra vez y entramos a la famosa juguetería FAO Schwarz, conocida por películas como ‘Home Alone 2’ o ‘Big’, si quieres puedes incluso tocar el piano que tocaba Tom Hanks.

De allí, fuimos de nuevo a Times Square, queríamos ver el lugar en su máximo exponente. Entre pantallas, personas y coches, el caos estaba servido pero aún así, mereció la pena imaginar por un momento cómo se vive el New Year’s Eve en ese sitio mágico que tantas veces hemos visto en películas.

Acabamos el día en un bar enfrente de la redacción del New York Times. El Beer Authority es el típico pub americano con luz tenue, pantallas donde se ven distintos deportes, música de fondo y mucha cerveza. ¡Broche final de diez!

Times Square

La ruta

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